Los amigos de mi hijo 2
LOS AMIGOS DE MI HIJO
II. ENCULADA
Habían pasado dos semanas desde que Marcos me había cogido; su madre me había llamado un par de veces para salir a tomar café, pero yo había puesto alguna excusa por temor a encontrármelo en su casa, algo que nunca antes había ocurrido cuando quedaba con su madre, pero ahora la situación era muy distinta y, sólo pensar en tener enfrente a aquél cerdo, me ponía muy mal.
Al menos él había cumplido su parte de nuestro “trato” (si es que se puede llamar trato a lo que aquél cerdo había hecho conmigo): mi hijo no había vuelto a venir llorando a casa, incluso había salido unas cuantas veces con sus nuevos “amigos” y me estaba empezando a hablar de que el chico mas popular de la escuela se estaba haciendo amigo de él.
Por su parte mi marido no tenía ni idea de lo que había pasado cuando Marcos me cogió en casa dos semanas antes, yo no había dicho nada y cuando, primero mi hijo y luego mi esposo llegaron a casa, yo actué como de costumbre. Mi marido Enrique si que se había dado cuenta del cambio de actitud de mi hijo, y él pensaba que se trataba a que de una vez había heredado el carácter de su padre; yo para mí decía: “Si supieras que el cambio de nuestro hijo, se debe a que la verga de otro tipo había tocado y entrado en tu mujer”
El caso es que, después de dos semanas, yo había pensado que tal vez Marcos se había arrepentido, que tal vez había pensado que lo que estaba haciendo era una locura y no volvería a molestarme, pero me equivocaba...
Una mañana de viernes, a eso del medio día, el teléfono de mi móvil sonó y cuando contesté escuché la voz de Marcos.
- ¿Qué tal está mi golfita madura?
- ¿Co-cómo has conseguido este teléfono…?
- Eso no te importa, pero te lo diré, me lo ha dado tu hijo, le dije que su nuevo mejor amigo debía tener el teléfono de su mamá, por si alguna vez pasaba algo.
- ¿Qué … quieres…?
- Jajaja ¿tu qué crees?, te quiero lista en 20 minutos.
- No…no puede ser.
- ¡Cómo que no!, ¿estás retándome otra vez?
- No…, es que, mi… mi marido está en casa.
- No me mientas puta, se perfectamente que tu puto maridito no está en casa, tu hijo me ha contado que ha salido esta mañana a las 7:00 y que volvería el domingo, has tratado de mentirme y eso te va a costar caro.
- No, perdona… haré lo que quieras…
- Eso está mejor, en 20 minutos estoy en tu casa, voy a saltarme un par de clases para estar con mi putita, quiero que cuando llegue me abras la puerta completamente desnuda y pon sábanas limpias en tu cama.
Marcos colgó antes de que yo dijera nada, obedecí lo que me había dicho y puse sábanas limpias en mi cama de matrimonio, me quité la camiseta, los pantalones y la ropa interior y espere.
A las 12:23 el interfón sonó, desde luego Marcos no tenía ganas de esperar a metérmela dentro, contesté con las esperanza de que no fuera él, pero cuando pregunté quien era él respondió “el miembro que viene a cogerte”.
Abrí la puerta antes de que él subiera la escalera, no quería que cuando él llegara estuviera bajando o subiendo algún vecino y me viera abrirle la puerta a Marcos desnuda, cuando Marcos subió abrió la puerta y me encontró en el pasillo desnuda.
- Así me gusta, veo que vas entendiendo quién manda.
Cerró la puerta y se acercó a mi, me besó en los labios, luego me pidió que le desvistiera y nuevamente obedecí, le quité su camiseta dejando otra vez ante mis ojos aquel torso juvenil y trabajado, luego me arrodillé ante él y le desaté los tenis, le desabroché el pantalón y se lo bajé hasta sacárselo, su calzoncillo ya estaba abultado, cuando se lo bajé hasta las rodillas su verga que, ya estaba dura, saltó como un resorte y quedó a escasos centímetros de mi cara apuntándome.
Le bajé los calzoncillos hasta los tobillos y se los saqué quedando completamente desnudo al igual que yo.
- Dame un besito.
Yo me levanté pero el rápidamente me dijo...
- No, no te levantes, dámelo ahí - dijo señalando su miembro.
Yo me quedé arrodillada con su polla a escasos centímetros de mi, nunca le había chupado el pene a un hombre que no fuera mi esposo, no lo había echo con mis dos novios anteriores y a decir verdad tampoco es algo que hubiera realizado muchas veces con mi esposo, llevábamos casados bastantes años y cada día practicábamos menos sexo, creo que pasaron años que no le hacía una mamada.
Cerré los ojos y le di un beso en la punta, creía que iba a pedirme mas pero justo en ese momento sonó el timbre...
"DING DONG"
Marcos se giró y fue a la puerta, miró por la mirilla y dijo “Es una vieja”. Pensé que sería mi vecina de enfrente, miré y efectivamente era ella.
- Abre.
- ¡¡¿¿Co.. cómo??!!
- ¡Qué abras!
- Pero como quieres…¿cómo voy a abrir así…?
- Ese es tu problema.
Marcos se puso detrás de mí, justo detrás de la puerta y yo abrí muy poco dejando sólo un resquicio de la puerta abierta.
- Hola, Maribel hija, ¿qué tal estas?”
- Pues bien Rosa, pero me piíllas desnuda, estaba a punto de meterme en la ducha
- Siento molestarte hija, pero es que necesito un poco de arroz, voy a hacer una paella para mi Juan y me he dado cuenta de que no tengo arroz y por no bajar con este calor a la calle...
- Tranquila Rosa, que ahora mismo…¡¡Auch!!
- ¿Estas bien querida?
- Si… si, es sólo que…
No dije nada pero la verdad es que había hecho ese ruido porque Marcos desde atrás y después de frotarme su polla por el culo durante mi conversación con Rosa acaba de meterme la punta de su verga en mi vagina.
- Voy a por el arroz.
- Vale hija, muchas gracias.
Cuando me di la vuelta para separarme de Marcos este me agarró y me sujetó con fuerza por la cadera haciéndome imposible separarme de él... "Vas a ir a por el arroz empalada por de mi verga" me susurro al oído
Obedecí y dando pequeños pasos fuimos hasta la cocina, cogí el arroz y volví a la puerta, por suerte la puerta no se había movido y Rosa no la había empujado, de lo contrario habría visto como yo andaba dando pasitos ridículos con Marcos detrás y su verga dentro de mi.
- Aquí tienes el arroz.
- Gracias hija, no te molesto mas.
Cerré la puerta pensando en abofetear a Marcos pero sabía que no tenía opción.
- Ahora llévame a tu habitación.
Comencé a andar pero Marcos dijo... “Agarrame para que no me pierda”. Humillada completamente le di la mano, pero el me la soltó y puso la punta de su polla sobre mi mano. “Así mejor, ahora a tu cuarto”
Agarrándolo de la polla le llevé hasta mi habitación de matrimonio, ya había quitado el edredón y dejado la cama preparada para lo que sabía que quería hacer, me tumbé en la cama y me abrí de piernas resignada.
- No seas tan rápida, se que estás como loca por sentir mi verga hinchada y caliente otra vez dentro de ti, pero ahora no tengo ganas de coger, ponte de rodillas delante de mi.
Me levanté de la cama y Marcos se sentó en el borde, donde dormía mi esposo, yo me puse de rodillas delante de él y me dijo:
- Hazme una paja.
- ¡Como…!
- Una paja chinga, ¿eres tonta o qué?, se hace así…
Agarró mi mano con la suya poniéndola sobre su verga envolviéndola y comenzó a moverla de arriba abajo.
- Ahora tu sola.
El soltó mi mano y apoyó la suya sobre la cama, me miraba mientras mi mano subía y bajaba y su verga volvía a crecer.
- Con las dos manos, que hay pito de sobra.
Efectivamente mi pequeña mano no cubría sino la mitad de la polla de Marcos, así que con mi otra mano me ayudé y comencé a hacerle una paja a dos manos, algo que nunca en mi vida había realizado y que a mi edad jamás pensé que llegaría a hacer, pero estaba claro que me quedaban muchas cosas por hacer.
Cuando Marcos considero que tenía la verga lo bastante dura, me miró a los ojos y me dijo “Ahora te toca almorzar”.
Yo solté su miembro y puse mis manos sobre sus muslos
- Vamos, cómete mi verga.
Yo acerqué mi cabeza hasta su polla que apuntaba desafiante hacia mi cara, me situé justo encima de ella, tenía miedo, sentía asco y odio hacia aquél cabrón, mis labios estaban prácticamente tocando la punta de la verga de Marcos, el se impacientó y puso una de sus manos en mi cabeza mientras decía "O me la chupas o te follo la boca, lo que tu prefieras Maribel”
Acababa de decir eso cuando abrí la boca y me metí unos cuantos centímetros de ese trozo de carne dentro de la boca, Marcos suspiró y volvió a dejar su mano donde estaba liberando mi cabeza que yo misma movía arriba y abajo.
- Lame mi polla Maribel.
Yo sabía que no tenía elección, saqué la lengua y lamí desde el glande hasta la base, luego otra vez el mismo camino pero a la inversa y al llegar a la punta volví a meterme su miembro en la boca, la notaba palpitar y moverse dentro de mi boca.
- Ufff, qué boquita Maribel, voy a tener que meter a tu hijo en el equipo si sigues portándote así de bien.
Mis movimientos comenzaron a aumentar, me metía algo mas de su pene en la boca cada vez, pensaba que si tenía que hacer aquello que al menos fuera por una buena razón, por la felicidad de mi hijo, si aquella mamada a Marcos servía para que no hicieran sufrir a mi hijo yo tenía que hacerlo.
Yo cerraba mis labios alrededor del tronco y chupaba con fruición, solo la sacaba para lamer las partes que no podía meter en mi boca ya que de los 18 cm. de polla que debía tener Marcos sólo lograba meterme en la boca algo más de la mitad.
- ¡Cómo chupas, parece que tenías ganas de comerte una buena verga!
Yo trataba de no escuchar las contínuas humillaciones de Marcos, puso su mano otra vez en mi cabeza y me hizo sacarme la polla de la boca.
- Lame mis huevos.
Bajó mi cabeza hasta sus testículos donde yo quedé con mi cara apoyada, mis labios estaban en contacto con sus pelotas y saqué la lengua para comenzar a chuparlos, me consolaba pensando que al menos no tenían pelos.
- Maribel antes me he dado cuenta de que no podías tragarte mi verga hasta la empuñadura, eso tenemos que arreglarlo, pero tranquila, iremos poco a poco...
Marcos agarró mi cabeza nuevamente y la llevó hasta la punta de su miembro, yo abrí la boca y el empujó poco a poco.
Logré tragar unos 12 cm. pero más era imposible, Marcos siguió empujando poco a poco, comenzaron a darme arcadas y alguna lágrima se escapó de mis ojos bajando por mis mejillas.
- ¡Un poquito mas!
Él consiguió meterme unos centímetros más en la boca pero mis arcadas eran cada vez mayores y decidió soltarme la cabeza, yo me liberé y comencé a toser.
- Ha estado cerca pero hay que hacer más mamadas, estás oxidada, ahora túmbate y ábrete de piernas.
- He comprado condones para…
- Qué condones ni qué la madre, tu eres mi puta y te cojo a pelo, lo mismo le damos un hermano al capullo de tu hijo, sé buena y me correré fuera como la otra vez.
Me tumbé en la cama y me abrí de piernas.
- De todas formas no se si todavía tienes claro lo que eres, ¿lo tienes claro?
- ….Si
- ¿Que eres?
- Una…una…una puta.
- ¿De quien?
- Soy tuya, soy tu puta.
- Muy bien, veo que esta claro.
Marcos se puso entre mis piernas y acercó su verga a mi pucha, su glande rozó mis labios vaginales y yo me estremecí, aún recordaba la salvaje cogida de la vez anterior, Marcos no se dio prisa, quería disfrutar del momento, pasó su polla por mis labios varias veces, hasta que de improvisto empujó y me la metió hasta dentro.
- ¡¡Ahh!!
Yo grité al sentir como esos 18 cm. de carne se introducían en mi interior de una tacada, en la posición del misionero Marcos quedó encima de mi, con su herramienta enterrada por completo, me miró a los ojos y me dijo “Qué calentito se siente aquí dentro, jejeje”
Sacó la verga lentamente para volverla a meter de golpe, volvió a hacerlo otra vez y otra vez más
- Siempre que yo quiera te abrirás de piernas ¿lo has entendido?
“Si” dije yo apartando la mirada de la suya. Marcos acercó su cara a la mía y sacando su lengua me lamió toda la cara de la barbilla a la frente, miró la mesita de noche de mi marido donde había una foto suya... “¿Te gusta que te haga mía delante de tu marido Maribel?”
Sacó su verga y volvió a metérmela de golpe...
- ¿Cuándo follaste con él por ultima vez?
No respondí y Marcos me mordió el labio
- Hace meses, no lo recuerdo.
- Muy bien, tu eres mi puta y sólo cogerás con quien yo quiera.
Marcos seguía entrando y saliendo tranquilo de mi coño, agarró mis piernas y las puso sobre sus hombros, de este modo las penetraciones eran aún mas profundas y el pene de Marcos se hundía en mi una y otra vez, comenzó a besarme, yo no me movía, era como una muñeca pero a él no parecía importarle.
Lo peor de todo era que mi cuerpo notaba placer, la verga de Marcos, de seguir así, iba a correrme y eso era algo que yo no podía consentir pero tampoco evitar, Marcos volvió a bajar mis piernas y me penetraba dejándose caer de golpe encima de mi haciendo que yo comenzara a retorcerme.
- Te vas a correr Maribel, voy a hacer que te vengas antes o después...
Los golpes de cadera no se detenían, cada vez eran mas y mas rápidos, mas y mas profundos y al final llegó, no pude evitarlo, no pude contenerlo, me corrí, me corrí enroscando mis piernas sobre la cadera de Marcos al tiempo que él aprovechaba para levantarme sobre él y ponerme erguida sobre su cuerpo, cabeza contra cabeza; mi rostro estaba desencajado por el orgasmo y Marcos se dedicaba a morderme los pezones y los pechos, me mordía con fuerza y los días posteriores me sería difícil ocultarle a mi esposo éstas marcas.
- Te has corrido como la puta que eres.
Yo gimoteaba tratando de justificarme pero Marcos tenía razón.
- Ponte a cuatro patas que te voy a coger mientras miras a tu esposo.
- ¿Otra vez?, maldito cerdo ¿es que quieres reventarme?
- ¿Cómo?, no sabes lo que has dicho puta, veo que aun no sabes quien manda, pues te lo voy a enseñar, ponte a cuatro patas mirando hacia el cabecero de una puta vez o tu hijo lo va a pagar de verdad
Comencé a lloriquear pero obedecí, me situé a cuatro patas sobre la cama, Marcos quedó detrás de mi.
Pude notar la verga de Marcos frotándose en mis nalgas, estaba esperando que de un momento a otro me la volviera a ensartar pero esta vez noté algo diferente, la punta de su polla presionaba mi ano.
- No, no, no, por favor, eso no, nunca lo he hecho, por favor eso si que no...
- Cállate, te has puesto mal, pues no te voy a reventar la panocha, te voy a reventar el culo puta.
- ¡Por favor, cógeme normal, te cogeré yo a ti como la otra vez, pero por el culo no!
Un par de fuertes azotes me hicieron callar
- Cállate puta, te voy a dar por el culo y punto, me has dado una sorpresa diciéndome que eras virgen y ahora si que voy a pasar a estrenar el culo de la madre de César; sé buena y te lo haré despacito pero a cómo me estés chingando te enculo como a una perra y te dejo el ano como una tubería, ¿está claro?
- Si, si, está claro, dame por el culo pero por favor te lo pido hazlo despacio.
- Eso está mucho mejor.
Noté como algo liquido caía sobre mi esfínter, giré mi cabeza y pude ver a Marcos babeando sobre mi culo, luego acercó su mano a mi esfínter y sentí algo duro que se apoyaba en el, poco a poco fue haciendo esfuerzo y senti cómo algo entraba en mi culo.
- Parece que tu culo se adapta bien al pequeñín, voy a probar con otro dedo.
Otro dedo se unía al primero, más babas y luego sentí como aquellos dos dedos me rompían el culo, Marcos lo dejó dentro unos segundos y luego los fue sacando poco a poco.
- Te estoy follando el culo con mis dedos - me aclaró Marcos por si tenía alguna duda...
Sentí como los dos dedos volvían a entrar poco a poco, esta vez con más facilidad.
- Vamos con uno mas.
Otro dedo fue entrando en mi culo, con algo de dificultad pero más babas de Marcos hicieron que pronto tuviera sus tres dedos dentro de mi culo.
- Creo que ya estás lista, llevamos un rato y se nos va a hacer tarde.
Noté como los dedos de Marcos salían de mi culo, luego él me agarraba de las caderas y me dejaba justo sintiendo la punta de su miembro apretando mi esfínter, un escalofrio recorrió mi cuerpo cuando sentí que algo entraba dentro de mi, era claramente el glande de Marcos o al menos una parte que había conseguido entrar en ese agujero hasta antes inexplorado.
Marcos empujó un poco más y pude sentir como al mismo tiempo seguía escupiendo ahora no sólo sobre mi culo sino también sobre su polla, agarrando mis caderas me atrajo poco a poco hacia él.
Marcos comenzó a cogerme, he de decir que lo hizo con dulzura si es que esa palabra tiene cabida en una situación así, tan sólo me metía el glande, yo podía notarlo dentro de mi culo perfectamente, comenzó a empujar un poco mas.
- Ya está la cabeza dentro
Marcos seguía bombeando dentro de mi culo muy lentamente pero notaba como cada vez se iba acercando mas y mas, iba muy despacio y aun así yo notaba pequeñas punzadas de dolor, cada vez algo más fuertes, Marcos iba enterrando su verga en mi culo y cada vez que lograba meterme un centímetro mas se quedaba allí quieto con su polla en mi culo a la espera de que mi ano se acostumbrara.
De pronto sentí como mis nalgas presionaban contra algo...
- Ya está, todo dentro, tienes dentro del culo 18 centímetros de verga ... ¡Eres insaciable eh!
Marcos me dejó con su verga dentro unos segundos más, para luego sacarla y volverla a meter por completo varias veces más pero a ritmo lento hasta que a la tercera vez me penetró el culo con un golpe seco de caderas.
- Uffff, que culito mas estrechito, es increíble, tengo que controlarme para no llenártelo de leche.
Con su polla clavada en mi culo Marcos movió su mano hasta mi clítoris y comenzó a masajearlo, sus dedos en mi pucha me hicieron olvidar el escozor que sentía en el culo tengo que reconocer.
- Te voy a dar bien por el culo Maribel.
Nada mas decir esto volvió a agarrar mis caderas con las dos manos y me atrajo hacia él clavándose dentro de mi por completo, comenzó a darme por el culo mas y mas fuerte, golpeando sus caderas contra mi culo, el escozor de mi culo iba en aumento, pero era soportable.
- Tu solita, ahora date por el culo tu solita
Marcos quería que yo misma moviera mi culo hacia atrás para introducirme su verga gorda dentro de mi, al menos de ese modo podía marcar el ritmo y evitar las fuertes penetraciones de Marcos.
- Vaya culo, nunca he probado un culo como el tuyo, he cogido culos de niñas pero chingao, ninguno tan estrecho, creo que no voy a cansarme de darte por el culo nunca.
Marcos se puso de cuclillas en la cama, llevó sus manos a mis tetas que tanto le gustaban y las estrujo, ahora movía sus caderas nuevamente al ritmo que él deseaba dentro de mi culo.
- Vaya, jajaja, no me había fijado que también hay una foto de César en tu mesita, mucho mejor, así te romperé el culo delante de tu esposo y de tu hijo.
Las fotografías de mi familia le dieron morbo y el muy bastardo comenzó a partirme el culo con mas velocidad.
- Ufff, que culoooooooo, no puedo mas, no puedo mas.
- No te corras dentro, dentro de mi culo no.
- ¿Qué te pasa?…por el culo no te vas a quedar embarazada, pero bueno, sino lo quieres dentro…
Rápidamente Marcos salió de mi culo que notó el alivio de ser liberado de aquél ariete, Marcos me empujó sobre la cama y me dió la vuelta, se puso encima de mi pecho aprisionándome los brazos con sus rodillas haciéndome imposible el moverme.
- Tranquila que no me corro dentro, te los voy a echar en tu cara.
Yo trataba de liberarme pero era imposible, Marcos se meneaba la polla delante de mi hasta que comenzó a correrse
- Toma leche
Yo rápidamente cerré los ojos y la boca, uno, dos, tres, cuatro, cinco, al menos pude notar como seis chorros de semen se estrellaban en mi cara chorreando los parpados, los labios, la nariz, la frente. Cuando Marcos terminó de correrse golpeó su verga en mis pechos para soltar las últimas gotas de semen, se levantó y me dijo que me limpiara la cara que la visita estaba a punto de llegar.
Yo no entendía lo que quería decir, me limpié el semen de la cara con la sábana muerta del asco y estaba terminando de limpiar cuando sonó el timbre de casa otra vez.
“DING DONG”
- Ya están aquí, ven...
Marcos me agarró de la mano y fue corriendo hasta la puerta, miró por la mirilla y abrió la puerta
- Pasen, ¿estaba la puerta del portal abierta?
- ¡Qué va!, nos ha abierto un niño que salía - el que acaba de entrar y estaba hablando con Marcos era otro de los chicos que yo había visto el día en que me acerqué a aquél maldito grupo que lideraba Marcos en el Instituto para que ayudaran a mi hijo César.
Entraron otros dos chicos que también estaban en el grupo..
- No mames cabrón, así que es verdady- dijo uno de ellos al verme desnuda y agarrada a la mano de Marcos.
- Pues claro que es verdad idiota, cuando miento yo comemierda, la madre de Cesarín es mi nueva puta; me la acabo de coger hace un momento y la he estrenado ese culito virgen que tenía, ella ya sabe que si quiere que su hijo siga siendo feliz tiene que ser buena conmigo, si se portan bien puede que un día los deje probar este culo.
Marcos dijo ésto último acercándome hacia él y golpeándome en el culo con su mano libre.
- Que es esto, que significa… yo pensaba que…
- Tu no piensas nada, tu eres mi puta, este es mi grupo y también son amigos de tu hijo, no pensaba compartirte con ellos pero esta mañana te dije que te acordarías por haberme tratado de mentir diciendo que tu marido estaba en casa, ahora pasa hacia adentro...
Me empujó y me hizo entrar en el salón, sus amigos y él entraron detrás y me llevaron hasta el centro.
- Chicos…esto…no…es…
- ¡Que pesada!, aun no ha entendido quien manda, venga chicos, es toda suya
Cuando quise darme cuenta los tres chicos que habían entrado en mi casa hacia apenas unos minutos estaban desnudos delante mía, los tres eran mas o menos de la misma altura pero uno de ellos era bastante gordito, otro flaco y el otro se notaba que iba al gimnasio y estaba bastante marcado.
El gordito se acercó a mi sin mediar palabra y me agarró de las tetas comenzando a estrujarlas sin piedad.
El mas delgado no se hizo de esperar y pronto estaba junto a su amigo lamiendo una de mis tetas, el gordo aprovechó la aparición de su amigo y mientras éste comenzó a jugar con mis tetas el me agarró de la barbilla acercándome a él y me metió su lengua en la boca.
A pocos metros estaba el musculoso masturbándose viendo como uno de sus amigos lamía mis tetas y el otro me besaba en la boca, Marcos no estaba en el salón pero pronto le pude volver a ver entrar, esta vez estaba vestido.
El gordo que me besaba la boca ya tenía la polla dura, era unos centímetros mas pequeña que la de Marcos y mas parecida a la de mi esposo, mientras me besaba podía notar como su polla erecta me rozaba.
Enseguida noté como otra polla dura rozaba mi culo, no pude ver al niño marcado meneando su verga en el salón así que imaginé que era él.
El gordo me saco la lengua de la boca y me dijo "Es hora de que uses esa boquita”
Sujetando mi cabeza me empujó hacia el suelo haciéndome arrodillar mientras el delgado y el marcado se acercaban a mi y formaban un círculo cerrado a mi alrededor con sus vergas erectas apuntándome.
- ¿Qué polla prefieres? - dijo el delgado.
- Te va a dar igual Maribel, vas a chupar las tres pollas, si lo haces bien será todo por hoy, ponte tonta y los dejo que te metan las tres pollas en el culo - dijo Marcos
Me decidí por el musculoso, puse mis dos manos sobre sus piernas y me acerque a su verga, también era algo mas pequeña que la de Marcos, mas o menos como la del gordo pero bastante mas gruesa, estaba surcada de venas.
Me quedé mirando aquella polla sin decidirme pero pronto pensé en las palabras de Marcos y en lo que podía sentir si esas pollas me follaban por el culo después de lo que ya había sufrido esa mañana; así que sin pensar más agarre la verga y me la llevé a la boca.
Puse mi lengua sobre su glande y noté como la verga se hinchaba y ponía aun mas dura, recorrí con mi lengua la parte de abajo del glande deteniéndome en el frenillo, mi experiencia como "come vergas" era muy escasa pero trataba de agradarle lo mas posible para hacer que aquello terminara de una vez.
- Eso es, chupa mi pito Maribel, yo también soy amigo de tu hijo, jajaja
- Yo también quiero probar esa boca
El que había hablado era el gordo, agarrándome del pelo el niño marcafo me sacó su polla de la boca y me empujó la cabeza contra la polla del gordo, la cual entró en mi boca sin contemplaciones metiendo unas tres cuartas partes de carne.
- Te voy a coger la boca - me decía el gordo
- Trae esa boca aquí que me toca a mi - dijo el delgado
Apenas pude ver la polla de este último, el mismo me agarró de la cabeza haciéndome tragar su polla pero para mi sorpresa esta vez me entró entera, tenía algo de vello púbico y sus pelos me hacían cosquillas y me costaba respirar con su verga enterrada en mi garganta.
- Eso es, se la ha tragado hasta el fondo
Me sujetó la cabeza con ambas manos y comenzó a moverse violentamente, no dejaba que su polla saliese del todo de mi boca pero apuraba casi hasta el final de la misma.
Me la metía tan profundamente y con tanta fuerza que mi nariz chocaba contra su tripa pero no me provocaba arcadas como cuando Marcos me obligó a tragar su pene.
Por fin la sacó dejándome respirar de nuevo, con la boca chorreando saliva, pude ver que su pene no debía medir mas de 12 centímetros, por eso me había sido tan fácil tragármelo entero.
-No descuides a mis amigos Maribel, o tu culito lo pagara - me dijo Marcos
Mientras el delgaducho me follaba la boca yo me esforcé por sujetar las pollas del gordo y el niño marcado y comenzar a jalarlas con fuerza.
- Muy bien Maribel, eso esta mucho mejor, ves como tu puedes con todo, desde aquí se te ve bien chupando una polla y meneando otras dos.
- Me voy a correr en tu boca zorra - me dijo el delgado.
- De eso nada, esa boquita aun no ha sido estrenada, puedes hacerlo en su cara - dijo Marcos
- Vale, como tú digas, yo estoy a punto
- Yo también -dijo el musculitos
- Espérenme - dijo el gordo soltando mi mano de su verga y haciendo él lo mismo con mas furia.
Los otros hicieron lo mismo y pronto el circulo de chicos se pajeaba con fuerza y rapidez frente a mi cara, yo sabía que no podía escapar de ahí así que me limite a cerrar nuevamente los ojos y la boca y esperar.
No pude contar los chorros pero cuando terminaron y yo abrí los ojos Marcos me dijo que me podía ir a limpiar, fui hasta el baño y me encontré con que mi cara era una mascara de semen, no había prácticamente una parte de mi cara donde esos cabrones no se hubieran corrido.
Me estaba limpiando la cara en el baño cuando escuché las llaves en la puerta de casa.
- Hola Mam… vaya chicos, ¿que hacen ustedes aquí?
- Habíamos venido a buscarte amigo, ¿te vienes a la pizzería con nosotros?
Mi hijo había llegado a casa pero por la conversación que estaba oyendo aquellos hijos de puta se debían haber vestido antes de que mi hijo entrara en casa.
- Bueno chicos, no se, tengo que preguntarle a mi madre...
- Tranquilo por eso, ya hemos hablado con ella y la hemos convencido
- Bueno entonces…
- Venga, nos vamos entonces, ¡ADIOS MARIBEL, CÉSAR YA HA VENIDO Y NOS VAMOS CON ÉL, YA NOS VEREMOS OTRO DÍA!
Saqué fuerzas de donde pude y respondí desde el baño “VENGA CHICOS HASTA LA PRÓXIMA…”
CONTINÚA...
II. ENCULADA
Habían pasado dos semanas desde que Marcos me había cogido; su madre me había llamado un par de veces para salir a tomar café, pero yo había puesto alguna excusa por temor a encontrármelo en su casa, algo que nunca antes había ocurrido cuando quedaba con su madre, pero ahora la situación era muy distinta y, sólo pensar en tener enfrente a aquél cerdo, me ponía muy mal.
Al menos él había cumplido su parte de nuestro “trato” (si es que se puede llamar trato a lo que aquél cerdo había hecho conmigo): mi hijo no había vuelto a venir llorando a casa, incluso había salido unas cuantas veces con sus nuevos “amigos” y me estaba empezando a hablar de que el chico mas popular de la escuela se estaba haciendo amigo de él.
Por su parte mi marido no tenía ni idea de lo que había pasado cuando Marcos me cogió en casa dos semanas antes, yo no había dicho nada y cuando, primero mi hijo y luego mi esposo llegaron a casa, yo actué como de costumbre. Mi marido Enrique si que se había dado cuenta del cambio de actitud de mi hijo, y él pensaba que se trataba a que de una vez había heredado el carácter de su padre; yo para mí decía: “Si supieras que el cambio de nuestro hijo, se debe a que la verga de otro tipo había tocado y entrado en tu mujer”
El caso es que, después de dos semanas, yo había pensado que tal vez Marcos se había arrepentido, que tal vez había pensado que lo que estaba haciendo era una locura y no volvería a molestarme, pero me equivocaba...
Una mañana de viernes, a eso del medio día, el teléfono de mi móvil sonó y cuando contesté escuché la voz de Marcos.
- ¿Qué tal está mi golfita madura?
- ¿Co-cómo has conseguido este teléfono…?
- Eso no te importa, pero te lo diré, me lo ha dado tu hijo, le dije que su nuevo mejor amigo debía tener el teléfono de su mamá, por si alguna vez pasaba algo.
- ¿Qué … quieres…?
- Jajaja ¿tu qué crees?, te quiero lista en 20 minutos.
- No…no puede ser.
- ¡Cómo que no!, ¿estás retándome otra vez?
- No…, es que, mi… mi marido está en casa.
- No me mientas puta, se perfectamente que tu puto maridito no está en casa, tu hijo me ha contado que ha salido esta mañana a las 7:00 y que volvería el domingo, has tratado de mentirme y eso te va a costar caro.
- No, perdona… haré lo que quieras…
- Eso está mejor, en 20 minutos estoy en tu casa, voy a saltarme un par de clases para estar con mi putita, quiero que cuando llegue me abras la puerta completamente desnuda y pon sábanas limpias en tu cama.
Marcos colgó antes de que yo dijera nada, obedecí lo que me había dicho y puse sábanas limpias en mi cama de matrimonio, me quité la camiseta, los pantalones y la ropa interior y espere.
A las 12:23 el interfón sonó, desde luego Marcos no tenía ganas de esperar a metérmela dentro, contesté con las esperanza de que no fuera él, pero cuando pregunté quien era él respondió “el miembro que viene a cogerte”.
Abrí la puerta antes de que él subiera la escalera, no quería que cuando él llegara estuviera bajando o subiendo algún vecino y me viera abrirle la puerta a Marcos desnuda, cuando Marcos subió abrió la puerta y me encontró en el pasillo desnuda.
- Así me gusta, veo que vas entendiendo quién manda.
Cerró la puerta y se acercó a mi, me besó en los labios, luego me pidió que le desvistiera y nuevamente obedecí, le quité su camiseta dejando otra vez ante mis ojos aquel torso juvenil y trabajado, luego me arrodillé ante él y le desaté los tenis, le desabroché el pantalón y se lo bajé hasta sacárselo, su calzoncillo ya estaba abultado, cuando se lo bajé hasta las rodillas su verga que, ya estaba dura, saltó como un resorte y quedó a escasos centímetros de mi cara apuntándome.
Le bajé los calzoncillos hasta los tobillos y se los saqué quedando completamente desnudo al igual que yo.
- Dame un besito.
Yo me levanté pero el rápidamente me dijo...
- No, no te levantes, dámelo ahí - dijo señalando su miembro.
Yo me quedé arrodillada con su polla a escasos centímetros de mi, nunca le había chupado el pene a un hombre que no fuera mi esposo, no lo había echo con mis dos novios anteriores y a decir verdad tampoco es algo que hubiera realizado muchas veces con mi esposo, llevábamos casados bastantes años y cada día practicábamos menos sexo, creo que pasaron años que no le hacía una mamada.
Cerré los ojos y le di un beso en la punta, creía que iba a pedirme mas pero justo en ese momento sonó el timbre...
"DING DONG"
Marcos se giró y fue a la puerta, miró por la mirilla y dijo “Es una vieja”. Pensé que sería mi vecina de enfrente, miré y efectivamente era ella.
- Abre.
- ¡¡¿¿Co.. cómo??!!
- ¡Qué abras!
- Pero como quieres…¿cómo voy a abrir así…?
- Ese es tu problema.
Marcos se puso detrás de mí, justo detrás de la puerta y yo abrí muy poco dejando sólo un resquicio de la puerta abierta.
- Hola, Maribel hija, ¿qué tal estas?”
- Pues bien Rosa, pero me piíllas desnuda, estaba a punto de meterme en la ducha
- Siento molestarte hija, pero es que necesito un poco de arroz, voy a hacer una paella para mi Juan y me he dado cuenta de que no tengo arroz y por no bajar con este calor a la calle...
- Tranquila Rosa, que ahora mismo…¡¡Auch!!
- ¿Estas bien querida?
- Si… si, es sólo que…
No dije nada pero la verdad es que había hecho ese ruido porque Marcos desde atrás y después de frotarme su polla por el culo durante mi conversación con Rosa acaba de meterme la punta de su verga en mi vagina.
- Voy a por el arroz.
- Vale hija, muchas gracias.
Cuando me di la vuelta para separarme de Marcos este me agarró y me sujetó con fuerza por la cadera haciéndome imposible separarme de él... "Vas a ir a por el arroz empalada por de mi verga" me susurro al oído
Obedecí y dando pequeños pasos fuimos hasta la cocina, cogí el arroz y volví a la puerta, por suerte la puerta no se había movido y Rosa no la había empujado, de lo contrario habría visto como yo andaba dando pasitos ridículos con Marcos detrás y su verga dentro de mi.
- Aquí tienes el arroz.
- Gracias hija, no te molesto mas.
Cerré la puerta pensando en abofetear a Marcos pero sabía que no tenía opción.
- Ahora llévame a tu habitación.
Comencé a andar pero Marcos dijo... “Agarrame para que no me pierda”. Humillada completamente le di la mano, pero el me la soltó y puso la punta de su polla sobre mi mano. “Así mejor, ahora a tu cuarto”
Agarrándolo de la polla le llevé hasta mi habitación de matrimonio, ya había quitado el edredón y dejado la cama preparada para lo que sabía que quería hacer, me tumbé en la cama y me abrí de piernas resignada.
- No seas tan rápida, se que estás como loca por sentir mi verga hinchada y caliente otra vez dentro de ti, pero ahora no tengo ganas de coger, ponte de rodillas delante de mi.
Me levanté de la cama y Marcos se sentó en el borde, donde dormía mi esposo, yo me puse de rodillas delante de él y me dijo:
- Hazme una paja.
- ¡Como…!
- Una paja chinga, ¿eres tonta o qué?, se hace así…
Agarró mi mano con la suya poniéndola sobre su verga envolviéndola y comenzó a moverla de arriba abajo.
- Ahora tu sola.
El soltó mi mano y apoyó la suya sobre la cama, me miraba mientras mi mano subía y bajaba y su verga volvía a crecer.
- Con las dos manos, que hay pito de sobra.
Efectivamente mi pequeña mano no cubría sino la mitad de la polla de Marcos, así que con mi otra mano me ayudé y comencé a hacerle una paja a dos manos, algo que nunca en mi vida había realizado y que a mi edad jamás pensé que llegaría a hacer, pero estaba claro que me quedaban muchas cosas por hacer.
Cuando Marcos considero que tenía la verga lo bastante dura, me miró a los ojos y me dijo “Ahora te toca almorzar”.
Yo solté su miembro y puse mis manos sobre sus muslos
- Vamos, cómete mi verga.
Yo acerqué mi cabeza hasta su polla que apuntaba desafiante hacia mi cara, me situé justo encima de ella, tenía miedo, sentía asco y odio hacia aquél cabrón, mis labios estaban prácticamente tocando la punta de la verga de Marcos, el se impacientó y puso una de sus manos en mi cabeza mientras decía "O me la chupas o te follo la boca, lo que tu prefieras Maribel”
Acababa de decir eso cuando abrí la boca y me metí unos cuantos centímetros de ese trozo de carne dentro de la boca, Marcos suspiró y volvió a dejar su mano donde estaba liberando mi cabeza que yo misma movía arriba y abajo.
- Lame mi polla Maribel.
Yo sabía que no tenía elección, saqué la lengua y lamí desde el glande hasta la base, luego otra vez el mismo camino pero a la inversa y al llegar a la punta volví a meterme su miembro en la boca, la notaba palpitar y moverse dentro de mi boca.
- Ufff, qué boquita Maribel, voy a tener que meter a tu hijo en el equipo si sigues portándote así de bien.
Mis movimientos comenzaron a aumentar, me metía algo mas de su pene en la boca cada vez, pensaba que si tenía que hacer aquello que al menos fuera por una buena razón, por la felicidad de mi hijo, si aquella mamada a Marcos servía para que no hicieran sufrir a mi hijo yo tenía que hacerlo.
Yo cerraba mis labios alrededor del tronco y chupaba con fruición, solo la sacaba para lamer las partes que no podía meter en mi boca ya que de los 18 cm. de polla que debía tener Marcos sólo lograba meterme en la boca algo más de la mitad.
- ¡Cómo chupas, parece que tenías ganas de comerte una buena verga!
Yo trataba de no escuchar las contínuas humillaciones de Marcos, puso su mano otra vez en mi cabeza y me hizo sacarme la polla de la boca.
- Lame mis huevos.
Bajó mi cabeza hasta sus testículos donde yo quedé con mi cara apoyada, mis labios estaban en contacto con sus pelotas y saqué la lengua para comenzar a chuparlos, me consolaba pensando que al menos no tenían pelos.
- Maribel antes me he dado cuenta de que no podías tragarte mi verga hasta la empuñadura, eso tenemos que arreglarlo, pero tranquila, iremos poco a poco...
Marcos agarró mi cabeza nuevamente y la llevó hasta la punta de su miembro, yo abrí la boca y el empujó poco a poco.
Logré tragar unos 12 cm. pero más era imposible, Marcos siguió empujando poco a poco, comenzaron a darme arcadas y alguna lágrima se escapó de mis ojos bajando por mis mejillas.
- ¡Un poquito mas!
Él consiguió meterme unos centímetros más en la boca pero mis arcadas eran cada vez mayores y decidió soltarme la cabeza, yo me liberé y comencé a toser.
- Ha estado cerca pero hay que hacer más mamadas, estás oxidada, ahora túmbate y ábrete de piernas.
- He comprado condones para…
- Qué condones ni qué la madre, tu eres mi puta y te cojo a pelo, lo mismo le damos un hermano al capullo de tu hijo, sé buena y me correré fuera como la otra vez.
Me tumbé en la cama y me abrí de piernas.
- De todas formas no se si todavía tienes claro lo que eres, ¿lo tienes claro?
- ….Si
- ¿Que eres?
- Una…una…una puta.
- ¿De quien?
- Soy tuya, soy tu puta.
- Muy bien, veo que esta claro.
Marcos se puso entre mis piernas y acercó su verga a mi pucha, su glande rozó mis labios vaginales y yo me estremecí, aún recordaba la salvaje cogida de la vez anterior, Marcos no se dio prisa, quería disfrutar del momento, pasó su polla por mis labios varias veces, hasta que de improvisto empujó y me la metió hasta dentro.
- ¡¡Ahh!!
Yo grité al sentir como esos 18 cm. de carne se introducían en mi interior de una tacada, en la posición del misionero Marcos quedó encima de mi, con su herramienta enterrada por completo, me miró a los ojos y me dijo “Qué calentito se siente aquí dentro, jejeje”
Sacó la verga lentamente para volverla a meter de golpe, volvió a hacerlo otra vez y otra vez más
- Siempre que yo quiera te abrirás de piernas ¿lo has entendido?
“Si” dije yo apartando la mirada de la suya. Marcos acercó su cara a la mía y sacando su lengua me lamió toda la cara de la barbilla a la frente, miró la mesita de noche de mi marido donde había una foto suya... “¿Te gusta que te haga mía delante de tu marido Maribel?”
Sacó su verga y volvió a metérmela de golpe...
- ¿Cuándo follaste con él por ultima vez?
No respondí y Marcos me mordió el labio
- Hace meses, no lo recuerdo.
- Muy bien, tu eres mi puta y sólo cogerás con quien yo quiera.
Marcos seguía entrando y saliendo tranquilo de mi coño, agarró mis piernas y las puso sobre sus hombros, de este modo las penetraciones eran aún mas profundas y el pene de Marcos se hundía en mi una y otra vez, comenzó a besarme, yo no me movía, era como una muñeca pero a él no parecía importarle.
Lo peor de todo era que mi cuerpo notaba placer, la verga de Marcos, de seguir así, iba a correrme y eso era algo que yo no podía consentir pero tampoco evitar, Marcos volvió a bajar mis piernas y me penetraba dejándose caer de golpe encima de mi haciendo que yo comenzara a retorcerme.
- Te vas a correr Maribel, voy a hacer que te vengas antes o después...
Los golpes de cadera no se detenían, cada vez eran mas y mas rápidos, mas y mas profundos y al final llegó, no pude evitarlo, no pude contenerlo, me corrí, me corrí enroscando mis piernas sobre la cadera de Marcos al tiempo que él aprovechaba para levantarme sobre él y ponerme erguida sobre su cuerpo, cabeza contra cabeza; mi rostro estaba desencajado por el orgasmo y Marcos se dedicaba a morderme los pezones y los pechos, me mordía con fuerza y los días posteriores me sería difícil ocultarle a mi esposo éstas marcas.
- Te has corrido como la puta que eres.
Yo gimoteaba tratando de justificarme pero Marcos tenía razón.
- Ponte a cuatro patas que te voy a coger mientras miras a tu esposo.
- ¿Otra vez?, maldito cerdo ¿es que quieres reventarme?
- ¿Cómo?, no sabes lo que has dicho puta, veo que aun no sabes quien manda, pues te lo voy a enseñar, ponte a cuatro patas mirando hacia el cabecero de una puta vez o tu hijo lo va a pagar de verdad
Comencé a lloriquear pero obedecí, me situé a cuatro patas sobre la cama, Marcos quedó detrás de mi.
Pude notar la verga de Marcos frotándose en mis nalgas, estaba esperando que de un momento a otro me la volviera a ensartar pero esta vez noté algo diferente, la punta de su polla presionaba mi ano.
- No, no, no, por favor, eso no, nunca lo he hecho, por favor eso si que no...
- Cállate, te has puesto mal, pues no te voy a reventar la panocha, te voy a reventar el culo puta.
- ¡Por favor, cógeme normal, te cogeré yo a ti como la otra vez, pero por el culo no!
Un par de fuertes azotes me hicieron callar
- Cállate puta, te voy a dar por el culo y punto, me has dado una sorpresa diciéndome que eras virgen y ahora si que voy a pasar a estrenar el culo de la madre de César; sé buena y te lo haré despacito pero a cómo me estés chingando te enculo como a una perra y te dejo el ano como una tubería, ¿está claro?
- Si, si, está claro, dame por el culo pero por favor te lo pido hazlo despacio.
- Eso está mucho mejor.
Noté como algo liquido caía sobre mi esfínter, giré mi cabeza y pude ver a Marcos babeando sobre mi culo, luego acercó su mano a mi esfínter y sentí algo duro que se apoyaba en el, poco a poco fue haciendo esfuerzo y senti cómo algo entraba en mi culo.
- Parece que tu culo se adapta bien al pequeñín, voy a probar con otro dedo.
Otro dedo se unía al primero, más babas y luego sentí como aquellos dos dedos me rompían el culo, Marcos lo dejó dentro unos segundos y luego los fue sacando poco a poco.
- Te estoy follando el culo con mis dedos - me aclaró Marcos por si tenía alguna duda...
Sentí como los dos dedos volvían a entrar poco a poco, esta vez con más facilidad.
- Vamos con uno mas.
Otro dedo fue entrando en mi culo, con algo de dificultad pero más babas de Marcos hicieron que pronto tuviera sus tres dedos dentro de mi culo.
- Creo que ya estás lista, llevamos un rato y se nos va a hacer tarde.
Noté como los dedos de Marcos salían de mi culo, luego él me agarraba de las caderas y me dejaba justo sintiendo la punta de su miembro apretando mi esfínter, un escalofrio recorrió mi cuerpo cuando sentí que algo entraba dentro de mi, era claramente el glande de Marcos o al menos una parte que había conseguido entrar en ese agujero hasta antes inexplorado.
Marcos empujó un poco más y pude sentir como al mismo tiempo seguía escupiendo ahora no sólo sobre mi culo sino también sobre su polla, agarrando mis caderas me atrajo poco a poco hacia él.
Marcos comenzó a cogerme, he de decir que lo hizo con dulzura si es que esa palabra tiene cabida en una situación así, tan sólo me metía el glande, yo podía notarlo dentro de mi culo perfectamente, comenzó a empujar un poco mas.
- Ya está la cabeza dentro
Marcos seguía bombeando dentro de mi culo muy lentamente pero notaba como cada vez se iba acercando mas y mas, iba muy despacio y aun así yo notaba pequeñas punzadas de dolor, cada vez algo más fuertes, Marcos iba enterrando su verga en mi culo y cada vez que lograba meterme un centímetro mas se quedaba allí quieto con su polla en mi culo a la espera de que mi ano se acostumbrara.
De pronto sentí como mis nalgas presionaban contra algo...
- Ya está, todo dentro, tienes dentro del culo 18 centímetros de verga ... ¡Eres insaciable eh!
Marcos me dejó con su verga dentro unos segundos más, para luego sacarla y volverla a meter por completo varias veces más pero a ritmo lento hasta que a la tercera vez me penetró el culo con un golpe seco de caderas.
- Uffff, que culito mas estrechito, es increíble, tengo que controlarme para no llenártelo de leche.
Con su polla clavada en mi culo Marcos movió su mano hasta mi clítoris y comenzó a masajearlo, sus dedos en mi pucha me hicieron olvidar el escozor que sentía en el culo tengo que reconocer.
- Te voy a dar bien por el culo Maribel.
Nada mas decir esto volvió a agarrar mis caderas con las dos manos y me atrajo hacia él clavándose dentro de mi por completo, comenzó a darme por el culo mas y mas fuerte, golpeando sus caderas contra mi culo, el escozor de mi culo iba en aumento, pero era soportable.
- Tu solita, ahora date por el culo tu solita
Marcos quería que yo misma moviera mi culo hacia atrás para introducirme su verga gorda dentro de mi, al menos de ese modo podía marcar el ritmo y evitar las fuertes penetraciones de Marcos.
- Vaya culo, nunca he probado un culo como el tuyo, he cogido culos de niñas pero chingao, ninguno tan estrecho, creo que no voy a cansarme de darte por el culo nunca.
Marcos se puso de cuclillas en la cama, llevó sus manos a mis tetas que tanto le gustaban y las estrujo, ahora movía sus caderas nuevamente al ritmo que él deseaba dentro de mi culo.
- Vaya, jajaja, no me había fijado que también hay una foto de César en tu mesita, mucho mejor, así te romperé el culo delante de tu esposo y de tu hijo.
Las fotografías de mi familia le dieron morbo y el muy bastardo comenzó a partirme el culo con mas velocidad.
- Ufff, que culoooooooo, no puedo mas, no puedo mas.
- No te corras dentro, dentro de mi culo no.
- ¿Qué te pasa?…por el culo no te vas a quedar embarazada, pero bueno, sino lo quieres dentro…
Rápidamente Marcos salió de mi culo que notó el alivio de ser liberado de aquél ariete, Marcos me empujó sobre la cama y me dió la vuelta, se puso encima de mi pecho aprisionándome los brazos con sus rodillas haciéndome imposible el moverme.
- Tranquila que no me corro dentro, te los voy a echar en tu cara.
Yo trataba de liberarme pero era imposible, Marcos se meneaba la polla delante de mi hasta que comenzó a correrse
- Toma leche
Yo rápidamente cerré los ojos y la boca, uno, dos, tres, cuatro, cinco, al menos pude notar como seis chorros de semen se estrellaban en mi cara chorreando los parpados, los labios, la nariz, la frente. Cuando Marcos terminó de correrse golpeó su verga en mis pechos para soltar las últimas gotas de semen, se levantó y me dijo que me limpiara la cara que la visita estaba a punto de llegar.
Yo no entendía lo que quería decir, me limpié el semen de la cara con la sábana muerta del asco y estaba terminando de limpiar cuando sonó el timbre de casa otra vez.
“DING DONG”
- Ya están aquí, ven...
Marcos me agarró de la mano y fue corriendo hasta la puerta, miró por la mirilla y abrió la puerta
- Pasen, ¿estaba la puerta del portal abierta?
- ¡Qué va!, nos ha abierto un niño que salía - el que acaba de entrar y estaba hablando con Marcos era otro de los chicos que yo había visto el día en que me acerqué a aquél maldito grupo que lideraba Marcos en el Instituto para que ayudaran a mi hijo César.
Entraron otros dos chicos que también estaban en el grupo..
- No mames cabrón, así que es verdady- dijo uno de ellos al verme desnuda y agarrada a la mano de Marcos.
- Pues claro que es verdad idiota, cuando miento yo comemierda, la madre de Cesarín es mi nueva puta; me la acabo de coger hace un momento y la he estrenado ese culito virgen que tenía, ella ya sabe que si quiere que su hijo siga siendo feliz tiene que ser buena conmigo, si se portan bien puede que un día los deje probar este culo.
Marcos dijo ésto último acercándome hacia él y golpeándome en el culo con su mano libre.
- Que es esto, que significa… yo pensaba que…
- Tu no piensas nada, tu eres mi puta, este es mi grupo y también son amigos de tu hijo, no pensaba compartirte con ellos pero esta mañana te dije que te acordarías por haberme tratado de mentir diciendo que tu marido estaba en casa, ahora pasa hacia adentro...
Me empujó y me hizo entrar en el salón, sus amigos y él entraron detrás y me llevaron hasta el centro.
- Chicos…esto…no…es…
- ¡Que pesada!, aun no ha entendido quien manda, venga chicos, es toda suya
Cuando quise darme cuenta los tres chicos que habían entrado en mi casa hacia apenas unos minutos estaban desnudos delante mía, los tres eran mas o menos de la misma altura pero uno de ellos era bastante gordito, otro flaco y el otro se notaba que iba al gimnasio y estaba bastante marcado.
El gordito se acercó a mi sin mediar palabra y me agarró de las tetas comenzando a estrujarlas sin piedad.
El mas delgado no se hizo de esperar y pronto estaba junto a su amigo lamiendo una de mis tetas, el gordo aprovechó la aparición de su amigo y mientras éste comenzó a jugar con mis tetas el me agarró de la barbilla acercándome a él y me metió su lengua en la boca.
A pocos metros estaba el musculoso masturbándose viendo como uno de sus amigos lamía mis tetas y el otro me besaba en la boca, Marcos no estaba en el salón pero pronto le pude volver a ver entrar, esta vez estaba vestido.
El gordo que me besaba la boca ya tenía la polla dura, era unos centímetros mas pequeña que la de Marcos y mas parecida a la de mi esposo, mientras me besaba podía notar como su polla erecta me rozaba.
Enseguida noté como otra polla dura rozaba mi culo, no pude ver al niño marcado meneando su verga en el salón así que imaginé que era él.
El gordo me saco la lengua de la boca y me dijo "Es hora de que uses esa boquita”
Sujetando mi cabeza me empujó hacia el suelo haciéndome arrodillar mientras el delgado y el marcado se acercaban a mi y formaban un círculo cerrado a mi alrededor con sus vergas erectas apuntándome.
- ¿Qué polla prefieres? - dijo el delgado.
- Te va a dar igual Maribel, vas a chupar las tres pollas, si lo haces bien será todo por hoy, ponte tonta y los dejo que te metan las tres pollas en el culo - dijo Marcos
Me decidí por el musculoso, puse mis dos manos sobre sus piernas y me acerque a su verga, también era algo mas pequeña que la de Marcos, mas o menos como la del gordo pero bastante mas gruesa, estaba surcada de venas.
Me quedé mirando aquella polla sin decidirme pero pronto pensé en las palabras de Marcos y en lo que podía sentir si esas pollas me follaban por el culo después de lo que ya había sufrido esa mañana; así que sin pensar más agarre la verga y me la llevé a la boca.
Puse mi lengua sobre su glande y noté como la verga se hinchaba y ponía aun mas dura, recorrí con mi lengua la parte de abajo del glande deteniéndome en el frenillo, mi experiencia como "come vergas" era muy escasa pero trataba de agradarle lo mas posible para hacer que aquello terminara de una vez.
- Eso es, chupa mi pito Maribel, yo también soy amigo de tu hijo, jajaja
- Yo también quiero probar esa boca
El que había hablado era el gordo, agarrándome del pelo el niño marcafo me sacó su polla de la boca y me empujó la cabeza contra la polla del gordo, la cual entró en mi boca sin contemplaciones metiendo unas tres cuartas partes de carne.
- Te voy a coger la boca - me decía el gordo
- Trae esa boca aquí que me toca a mi - dijo el delgado
Apenas pude ver la polla de este último, el mismo me agarró de la cabeza haciéndome tragar su polla pero para mi sorpresa esta vez me entró entera, tenía algo de vello púbico y sus pelos me hacían cosquillas y me costaba respirar con su verga enterrada en mi garganta.
- Eso es, se la ha tragado hasta el fondo
Me sujetó la cabeza con ambas manos y comenzó a moverse violentamente, no dejaba que su polla saliese del todo de mi boca pero apuraba casi hasta el final de la misma.
Me la metía tan profundamente y con tanta fuerza que mi nariz chocaba contra su tripa pero no me provocaba arcadas como cuando Marcos me obligó a tragar su pene.
Por fin la sacó dejándome respirar de nuevo, con la boca chorreando saliva, pude ver que su pene no debía medir mas de 12 centímetros, por eso me había sido tan fácil tragármelo entero.
-No descuides a mis amigos Maribel, o tu culito lo pagara - me dijo Marcos
Mientras el delgaducho me follaba la boca yo me esforcé por sujetar las pollas del gordo y el niño marcado y comenzar a jalarlas con fuerza.
- Muy bien Maribel, eso esta mucho mejor, ves como tu puedes con todo, desde aquí se te ve bien chupando una polla y meneando otras dos.
- Me voy a correr en tu boca zorra - me dijo el delgado.
- De eso nada, esa boquita aun no ha sido estrenada, puedes hacerlo en su cara - dijo Marcos
- Vale, como tú digas, yo estoy a punto
- Yo también -dijo el musculitos
- Espérenme - dijo el gordo soltando mi mano de su verga y haciendo él lo mismo con mas furia.
Los otros hicieron lo mismo y pronto el circulo de chicos se pajeaba con fuerza y rapidez frente a mi cara, yo sabía que no podía escapar de ahí así que me limite a cerrar nuevamente los ojos y la boca y esperar.
No pude contar los chorros pero cuando terminaron y yo abrí los ojos Marcos me dijo que me podía ir a limpiar, fui hasta el baño y me encontré con que mi cara era una mascara de semen, no había prácticamente una parte de mi cara donde esos cabrones no se hubieran corrido.
Me estaba limpiando la cara en el baño cuando escuché las llaves en la puerta de casa.
- Hola Mam… vaya chicos, ¿que hacen ustedes aquí?
- Habíamos venido a buscarte amigo, ¿te vienes a la pizzería con nosotros?
Mi hijo había llegado a casa pero por la conversación que estaba oyendo aquellos hijos de puta se debían haber vestido antes de que mi hijo entrara en casa.
- Bueno chicos, no se, tengo que preguntarle a mi madre...
- Tranquilo por eso, ya hemos hablado con ella y la hemos convencido
- Bueno entonces…
- Venga, nos vamos entonces, ¡ADIOS MARIBEL, CÉSAR YA HA VENIDO Y NOS VAMOS CON ÉL, YA NOS VEREMOS OTRO DÍA!
Saqué fuerzas de donde pude y respondí desde el baño “VENGA CHICOS HASTA LA PRÓXIMA…”
CONTINÚA...
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