Complaciendo a mi mujer
Soy el afortunado esposo de una mujer hermosa, segura de sí misma y completamente sexy; tenemos una perfecta comunicación en cualquier aspecto, sobretodo en lo sexual. Hemos hecho casi cualquier cosa, locuras, travesuras…
Ayer, después de tener una deliciosa sesión de sexo; en ese momento donde conectas todas tus emociones con tu pareja, entre besos, caricias, roces de mis dedos con su piel… Sudca me mira a los ojos y me susurra:
- Alberto, quiero decirte algo pero, estoy segura que te vas a sorprender - me decía mientras me miraba, pegando su pelvis a mi pierna y pasando su lengua por mi pecho.
- Dime amor, sabes que estamos más que conectados y deseo escuchar todo lo que existe en esa sexy y lujuriosa mente
- Bueno… ufff…. Tengo curiosidad con la zoofilia. Deseo que hagamos algo, ¿si?
- Ay mami, eso no es tan sencillo. Sería muy complicado. Además con que animal te gustaría…no, no. Eso sí es muy difícil.
- Entiendo, bueno…sin problemas – dijo esto y me soltó dando un giro y dándome la espalda – debo dormir, mañana debo trabajar temprano.
Durante la noche pensaba sobre el cometario de Sudca, no dormí tratando de idear algo para complacer a mi mujer. Rayos, no había manera, o…talvez un perro, pero, ¿de qué raza? Y de pronto, ¡¡ahí estaba!!
¡Tenía la solución!
Sudca cumpliría años en dos semanas más, durante ese tiempo no volvimos a tocar el tema de su nueva fantasía. Sin embargo yo iba planeando y organizando su regalo de cumpleaños.
El día llegó, pasé por ella a su trabajo, después fuimos al cine y nos fuimos a cenar. La llevé a un hotel de 5 estrellas el cual, convenientemente, tenía un restaurante. Nos sentamos y pedimos nuestra orden. Tomamos un helado y delicioso vino tinto y, antes de que nos trajeran la cena, me levanté de la mesa y dejé sola a Sudca con el pretexto de checar el saldo de mi tarjeta en el cajero automático.
La verdad es que yo iba a preparar la sorpresa de mi mujer, el regalo principal. Para eso me dirigí a la recepción, pedí la llave de la habitación que previamente había reservado. Subí al cuarto, solo para checar que el “regalo” estuviera en calma y tranquilidad.
Volví con mi mujer, cenamos, reímos. Yo aprovechaba cualquier oportunidad para rozar su cuerpo, sus piernas, sus tetas, su cuello. La besaba tiernamente
- Mami, yo haría lo que fuera para complacerte
- Alberto, ya estás ebrio jaja
Cuando terminamos la cena, la abracé tan cachondamente que los comensales y meseros nos veían con lujuria. A ella eso le divierte y la pone muy caliente.
- Reservé una habitación y tengo una sorpresa para ti – le dije mientras le daba palmaditas en las nalgas
- Por favor, ¡¡¡vamos ya!!! – apretó mi verga tan rico, que la hizo reaccionar de inmediato.
Nos fuimos a la habitación sin dejar de besarnos lascivamente, nos tocábamos sin importar que nos vieran. Al llegar a la habitación, quité su corto y escotado vestido azul mientras besaba su cuello por detrás.
- Uhmm Papi tú siempre sabes cómo empezar a calentarme – me decía mientras gemía
- ¡Cállate y empieza a lamer putita! – me recargué en la puerta y puse mis manos en mi cabeza.
Sudca me besó y paso su lengua por cada parte que ella iba descubriendo al quitarme la ropa. Me dejó completamente desnudo y no hubo parte de mi cuerpo que no tuviera rastros de su saliva por lamerme… ella sin duda era la mejor.
La cargué, la llevé a la cama y me puse encima de ella. Mi verga estaba por estallar, ella tiene un cuerpo delicioso y su puchita es deliciosa, tiene algo que me hace disfrutar plenamente y me hace terminar cuando ella se mueve.
- Voy a cogerte mami pero, te dejaré con ganas jaja…
- Tú siempre me dejas satisfecha mi amor, metémela ya, deseo sentir esa verga venuda y gorda…
Se la clavé de una sola estocada, ella disfrutaba tanto que puso esa cara de puta que me vuelve loco… comenzó a moverse y me hizo venir deliciosamente. Salí de ella y la puse a gatas…metí mis dedos y ella jadeaba al ritmo de mis movimientos y sus gemidos llegaron a los gritos conforme mis movimientos y mis dedos aumentaban.
- Ahora sí putita, aquí está tu sorpresa… - di un silbido y entró moviendo su colita.
- Pe pero qué, ¡¿qué es esto Alberto?! – Sudca estaba sorprendida y creo haber notado una sonrisa perversa…
- Querías zoofilia, ¿cierto? ¡Disfrútala!
- Jajajajaja pero que ocurrencia más original Papi, eres el mejor.
Resulta que, fue imposible conseguir, en tan sólo un par de semanas, a un animal lo suficiente adiestrado para cogerse a mi mujer. Entonces se me ocurrió llamar a Camila y pedirle un favor…
La disfracé de perrita, una perra perversamente sexy. Un plug de cola de perro, orejas y su cabello albrotado por toda la espalda. En su cuerpo un traje de red completamente señido a su cuerpo.
Camila se acercó a Sudca jadeando como perra en celo, moviendo y parando el rabo. Coqueta y muy sensual. Camí lamía los pezones de mi mujer que, aún se encontraba a gatas, después lamió sus nalgas, sus labios vaginales y terminó lamiendo el ano de Sudca.
Yo me encontraba en el sillón y al ver esa escena mi verga empezó a despertar, yo comencé a tocarme y a pensar cómo me iba a coger a ese par de putitas.
Ellas seguían besándose, lamiéndose y retorciendo sus cuerpos. Yo necesitaba refrescarme y serví 3 vasos de vino. Tomé de un trago el mío y como pude les acerqué su vaso y se los di a beber... Camila cogió un pedazo de hielo y lo deslizó por el cuello de Sudca, cuyos pezones se endurecieron a simple vista. Eso hizo que me fijara también en los de Camila y asombrado traté de comparar cuál de las dos los tenía más rígidos.
Yo solo atiné a abrazarlas por la cintura y acariciar sus traseros. Camila metía su lengua con placer en la boca de mi mujer y ella la mordisqueaba y luchaba por que entrara aun más. Decidieron tumbarme en la cama y cada una se situó a un lado y se pusieron a lamerme. Sudca, a la izquierda se concentró en mi pecho, pasaba su lengua húmeda lentamente sobre mis tetillas mientras que Cami, a mi derecha, besaba mi entrepierna, succionando suavemente con sus labios. Al mismo tiempo cogieron mi pene con las manos, y mientras Sudca me acariciaba los testículos, Cami me masturbaba con fuerza. Después se miraron, divertidas, y se lanzaron sobre él, como para ver quién llegaba antes, y me comenzaron lamer el pene. Yo estaba medio incorporado, viendo cómo sus lenguas se deslizaban sobre el tronco y se tocaban entre sí.
Cami fue la primera que lo metió en su boca. Sentí que lo puso todo adentro y lo lavó con su saliva. Mientras, mi mujer comenzó a pasar su lengua por mi escroto y a bajar hasta mi ano haciendo pequeños círculos. Pasaron unos minutos así, alternándose constantemente, una chupaba y la otra lamía. Cuando notaron que estaba a punto de correrme, empezaron a chuparme cada una como pudo repartiéndose mi verga, por lo que apenas tardé en expulsar mi semen, que ellas se repartieron en sus bocas besándose y tocándose con la lengua. ¡Qué delicia ver cómo tragaban mi leche espesa!
Yo comparé sus pechos, los de Sudca son bastante grandes, muy firmes y con enormes pezones de color café oscuro, mientras que los de Camila, son más pequeños, y con los pezones de color rosado. La cadera de mi mujer es ancha y su culo ancho y firme, las nalgas son grandes, mientras que las caderas de Cami son angostas y su culo respingado. Ese día, como si se hubiesen puesto de acuerdo, ambas se habían depilado el pubis. En el de Cami, que era más suave, solo se veía una línea hacia arriba, el área de la vagina estaba completamente rasurada; por su parte Sudca tenía un vello oscuro, cortado en forma de triángulo y alrededor de la vagina tenía vellos cortos.
Me dejaron a un lado; se abrazaron y frotaron sus pechos mutuamente, se besaban locamente y con las manos se acariciaban la espada y el trasero. Yo las miraba mientras acariciaba mi pene tratando de volver a ponerlo en erección. Ellas siguieron acariciándose y mi mujer, tomando la iniciativa, empezó a lamer el cuerpo de Camila: primero los pezones, alternando uno y otro y dando pequeños mordiscos, luego bajo lentamente y se detuvo a la altura del ombligo, allí se demoró un rato mientras Camila respiraba agitadamente. Simultáneamente introdujo su dedo anular en la vagina y con la palma de la mano acarició el clítoris. Cami reaccionó un poco y se acomodó de forma tal que puso su boca en la vagina de Sudca, lamía con deleite separando los labios de su vulva con la lengua, se detenía un instante en el clítoris y seguía deslizándose a todo lo largo de su húmeda raja. Esto rápidamente produjo una explosión de placer en mi mujer, provocándole un fuerte orgasmo que hizo que arqueara su espalda y gimiera pidiendo más.
Yo me uní a ellas y comencé a lamer los jugos que habían emanado de la vulva de Sudca, ella mientras tanto acomodó a Camila sobre la cama y comenzó a pagarle de la misma forma. Lamía con intensidad su clítoris e introducía los dedos en su ano, ella aprovechaba para acariciar por momentos mis tetillas o los pezones de Sudca. Cuando mi mujer notó que Camila estaba a punto de venirse por efectos de las caricias que recibía me pidió que penetrara la penetrara. Yo lo hice, entrando desde atrás por su vagina. La vista era espectacular, yo estaba dentro de Camila y veía su culito respingado, mientras ella lamía la vulva de Sudca, que estaba acostada en la cama y se acariciaba sus propios pezones.
En eso duramos algo más de veinte minutos, en los cuales todos gemíamos arrastrados por el placer, hasta que llegamos a un orgasmo simultáneo que me hizo eyacular con fuerza dejando mi semen dentro de Camila. Para mi satisfacción mi pene en lugar de ponerse flácido seguía firme y el glande estaba hinchado como pocas veces lo había visto. Sudca, que se había dado cuenta, inmediatamente me tumbó de espaldas y se montó sobre mí, acomodando mi pene dentro de su humedecida vagina, se movía arriba y abajo con fuerza mientras Camila se quitó el plug para ponérselo a mi mujer mientras yo le acariciaba los pechos.
Yo sentía una sensación de placer inmensa pero sabía que demoraría aún un buen rato antes de volver a correrme, así que le pedí a Camila que se acomodase sobre mi pecho mirando a la cara a Sudca. Así lo hizo y mientras yo acariciaba su espalda y su vientre ellas se besaban con pasión, lograba escuchar como sus lenguas chasqueaban entrando y saliendo de la boca. Poco a poco me puse a lamer las nalgas de Cami, y deslicé mi lengua hacia su ano, allí me entretuve un rato, disfrutando del sabor extraño y delicioso que ella me brindaba.
Pero Sudca tenia otra idea y le ordenó a Cami que se girara y se dedicara a besarme en la boca. Cuando ella lo hizo Sudca la tomó por las piernas y la echó hacia delante, quedando su culo levantado, entonces empezó a lamerla a todo lo largo y ancho de su raja. Yo supuse que el sabor a mi semen la éxito aún más y comencé a mover mi cadera desde abajo entrando y saliendo de mi mujer, mientras Camila lamía mi cara pasando su lengua por mi boca mientras se contoneaba de placer. Al cabo de un rato nuevamente llegamos al límite de nuestro placer y me volví a correr, esta vez dentro de Sudca. Camila gemía mientras Sudca la lamía, y mi novia suspiraba profundamente mientras que yo me aferraba a la cama. Entretanto, Cami me besaba y mi pene permanecía dentro del chorreante sexo de mi esposa.
Luego de esto quedamos exhaustos, estaba a punto de amanecer y parecía que no éramos capaces de resistir más placer, el sueño poco apoco nos vencía y el calor de nuestros cuerpos entrelazados nos invitaba a descansar. Estábamos felices: realmente todos habíamos pasado una buena velada y mi mujer, un cumpleaños inolvidable.
Al día siguiente, nos despertamos muy tarde. Para mí fue increíble sentir aún la tibieza de sus cuerpos desnudos y aun más verlas levantarse y caminar hacia el baño. Justo en la puerta Sudca se giró hacia mi y rodeando con un brazo la cintura de Cami, ésta tomó el plug directamente del ano de mi mujer y me hizo un insinuante gesto con la cola postiza para que las siguiera. Suspiré, pletórico de felicidad. Mi pene ya estaba erguido y dispuesto para seguir… complaciendo a mi mujer.
Rony D’Faccio
Ronydefaccio@outlook.com
Hola Rony, me gustaría contactarte, espero y me recuerdes soy el que te conoció en metro Nativitas!!
ResponderEliminarEspero y puedas contestarme a mi correo herberljm1193@gmail o jmherbel9311@hotmail.com
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