Libertad mental
Yo era una mujer muy tranquila y con sexo bastante relajado, ya sabes, misionero y la vaquera, tal vez de perrito pero sin hablar, sin gemir, sin gritar, sin disfrutar.
El papá de mis hijos tenía una pequeña colección de películas porno (en ese entonces CD's) y algunas veces las veíamos juntos, sin embargo había unas que eran sólo de él. Un día salió a trabajar, los niños a la escuela y yo de vacaciones...
Robé una de sus películas privadas donde la protagonista tenía el cabello rosa, seguro la ubicas, si... Pink.
Ese CD cambió mi vida por completo, esta chica de piel negra, de sobradas carnes, cara de putita y cabello rosado me enseñó a sentirme, a disfrutarme. Me enseñó a moverme, a brincar en una deliciosa verga y qué, mientras más sometida, más libre. Ahora puedo presumir que soy una mujer que disfruta plenamente su sexualidad.
Esta situación la platiqué con 3 amigas y no lo entienden, preguntan ¿Cómo puede ser posible eso? Nadie que sea sometido es libre, dicen ellas...
Jaja lamento tanto su escasa libertad mental, porque la libertad comienza en la mente, en los pensamientos traviesos y perversos; y el cuerpo sigue a la mente, allá donde lo quieras llevar.
Y precisamente ahí es donde se encuentra el placer.
Rony D'Faccio
Guau bonita en verdad eres una buena escritora no se por k no sacas un libro la verdad eres muy buena
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